Buenas, malas y grasas trans y el riesgo para la salud que plantean

Lo que muchos no se dan cuenta es que las grasas son esenciales para la buena salud. El cerebro, por ejemplo, contiene grasa, pero es el bueno y no el que puede matarte. A medida que las personas envejecen, se vuelven más susceptibles al aumento de peso y a los grandes estómagos que se ven en muchos. La grasa alrededor de su mitad proviene de grasas malas que generalmente provienen de cosas como el azúcar y las grasas trans.

El alcohol es lo mismo que el azúcar en su componente molecular. En otras palabras, el azúcar se descompone en la misma estructura que el alcohol y es por eso que los bebedores de cerveza terminan con lo que se describe como un "intestino de cerveza". Pero eso no es grasa trans sino el producto de una función digestiva normal por la cual el 'azúcar' sobrecarga el hígado y se convierte en grasa.

En ese caso, uno puede terminar con un hígado graso y posiblemente un páncreas que conduce al cáncer de los órganos. También conduce a diabetes y pérdida de extremidades, vista y enfermedades del corazón, entre otras cosas.

Luego están las grasas trans y estas son grasas normales que han sufrido transformación debido al calor. Asumen moléculas adicionales de hidrógeno durante el proceso y eso las hace prácticamente indigestas por el hígado, de modo que se colocan alrededor de los órganos vitales.

La peor práctica proviene de aceites súper calentados y a menudo calentados. Se encuentran en hornos comerciales donde se producen pescado y verduras fritas. Son los muchos bocadillos a los que las personas son adictas, mientras que la advertencia que debe acompañarlos es que pueden provocar enfermedades, como se describió anteriormente, e incluso la muerte.


Autor: Norma Holt 

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